Los hermanos John y Charles Bell, en Londres, y la dinastía de los Monro, en Edimburgo, capitalizaban desde finales del siglo XVIII la investigación y divulgación anatómicas, estrechamente vinculadas a la cirugía, convertida ya en una técnica con rango universitario, pero subordinada todavía a los médicos. A comienzos de siglo XIX, la enseñanza universitaria en Reino Unido estaba reservada a una pequeña élite. Sin embargo, abundaban las escuelas privadas que muchas veces estaban asociadas a un hospital.
Se dice que los cirujanos sentían la necesidad práctica de realizar investigaciones por medio de disecciones humanas, encontrándose con graves dificultades para ello, ya que la legislación prohibía la utilización libre de cadáveres, permitiendo las disecciones anatómicas únicamente con aquellos cuerpos de condenados a muerte, después de ser ajusticiados. El aumento de estudiantes de medicina en la capital escocesa y la consecuente demanda de cadáveres provocó desde finales del siglo XVII una verdadera fiebre de búsqueda de cuerpos y la aparición de un comercio clandestino de desenterradores (llamados "resurreccionistas"), que durante la noche robaban los cadáveres de los cementerios para venderlos a las salas de disección. La demanda fue tal que incluso se organizó una red de importación desde Francia, que enviaba a Escocia clandestinamente cuerpos de individuos recientemente fallecidos dentro de cajas embaladas con falsas etiquetas de mercancía.
Fuente: revista- La Aventura de la Historia (No. 140)
Comercio clandestino de cadáveres en la Europa del Siglo XVII
Publicado por
Anonimo
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09 noviembre 2013