Levantado entre 1603 y 1609 como residencia
secundaria del príncipe obispo de Paderborn, el castillo de Wewelsburg
se puso en el punto de mira de Heinrich Himmler en 1934. Cautivado por
su característica planta triangular, el
líder de las SS firmó un contrato de arrendamiento por cien años con el
distrito de Paderborn, con la intención de reconstruirlo y convertirlo
en una escuela de lideres de las SS. Una especie de Camelot soñado, el
lugar donde el jefe supremo de la guardia de élite de Hitler se reunía
con sus doce generales, bajo una cúpula circular y en torno a una llama
eterna. La escuela nunca llegó a inaugurarse. Himmler valoró convertirlo
en un centro espiritual de las SS. Tras la guerra y entre 1939 y 1943
prisioneros de los campos de concentración de Sachsenhausen y
Niederhagen fueron obligados a trabajar en su rehabilitación. Poco antes
del fin de la guerra, las SS intentaron demoler, sin conseguirlo, el
recinto que hace algunos años reabrió sus puertas, remozado, como museo
de la historia de las SS. Es el primero del mundo dedicado a la materia.
Junto a cruces gamadas y uniformes típicos de los miembros del
escuadrón, el centro exhibe la agenda del propio Himmler. Ante la
posibilidad de que el centro se convierta en un lugar de peregrinación
neonazi, la directora del museo, Kirsten John-Stucke, dice que se han
colocado cámaras de seguridad en las salas para evitar incidentes.
información extraída de la revista:
La Aventura de la Historia (Junio 2010)
El Camelot Nazi
Publicado por
Anonimo
★
31 julio 2013
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