Los
asesinatos cometidos por "La familia", como se hacían llamar los
seguidores de Charles Manson, en la mansión de Cielo Drive,
perteneciente al cineasta Roman Polansky, el 8 de agosto de 1969
marcaron un antes y un después en la era de la contracultura. Fue el fin
de la época de la inocencia hippie, el brusco despertar
a la realidad para la generación del amor libre y las drogas
psicológicas. También cambió para siempre el acceso a la vida de los
famosos, que a partir de ese día blindaron las puertas de sus casas, las
fiestas fueron cada vez más exclusivas y eran resguardadas por
ejércitos de prensa y guardaespaldas.
La histeria desencadenada
por los crímenes hizo que Frank Sinatra se escondiera durante un tiempo
en paradero desconocido y que su entonces esposa Mia Farrow, que había
rodado con Polansky "La semilla del Diablo", no asistiera al funeral de
Sharon Tate, creyendo que podría convertirse en la próxima victima.
Además, una armería de Beberly Hills que despachaba una media de dos
pistolas al día, llegó a vender más de 200 revólveres y rifles en los
dos días posteriores a la matanza. Eso si, la curiosidad morbosa en
torno a la figura de Manson no ha cesado, y la casa ubicada en el 10500
de Cielo Drive figura como un atractivo turistico de Los Angeles, así
como el rancho Spahn, donde se refugió Manson junto a sus seguidores
durante un tiempo.
El asesinato de Sharon Tate fue brutal.
Estaba embarazada de ocho meses cuando fue apuñalada y junto a ella
murieron otras tres personas que le hacían compañía: Jay Sebring,
Wojciech Frykowski y Abigail Folger. Se dice que lo ocurrido fue algo
más que un asesinato, que en realidad se trató de una especie de ritual de iniciación para Roman Polansky en
el que se le pidió sacrificar a su esposa, condición a cumplir si
quería ser exitoso en el mundo cinematográfico de Hollywood. Cabe
destacar que la mayoría de filmes dirigidos por Polansky están cargados
de cuestiones esotéricas, temáticas diabólicas y escenas de rituales,
sacrificios, entre otras situaciones de origen ocultista.