La banda de la Mano Negra recibió ese nombre a partir de sus costumbre de enviar cartas o mensajes atemorizantes marcados con el sello de una mano en color negro, en los que amenazaban a sus victimas pidiéndoles grandes sumas de dinero, de lo contrario ejercerían violencia contra ellos. Al parecer, el procedimiento derivaba de una práctica italiana de la década de 1880 que consistía en mancharse una mano de negro con polvo de carbón para dejar una marca en la pared. A partir del año 1900 los miembros de las comunidades inmigrantes, principalmente tenderos y pequeños empresarios, comenzaron a recibir este tipo de cartas. Si no pagaban, estaban expuestos a ser atacados o baleados.
El miedo a que la banda de La Mano Negra fuese una agrupación bien organizada se extendió rápidamente, pero de hecho las notas eran escritas en distintos dialectos y de formas diferentes, lo cual ofrecía pistas sobre su verdadero origen. Simplemente se trataba de la obra de individuos o pequeñas bandas criminales que no tenían conexión entre sí y provenían de diferentes partes de Europa. Muchos de ellos no eran italianos, y las amenazas de la Mano Negra llegaban a judíos y otros inmigrantes de Europa del Este a través de vándalos de sus propias comunidades. En el libro «La Mano Negra», escrito en 1977 por Thomas Picken, decía que no eran más que «grupos desorganizados de ladrones e individuos sin un líder central ni estructura jerárquica».
El fenomeno de la Mano Negra comenzó a desaparecer en la década de 1920. Pudo haber sucedido, en parte, debido a un refuerzo de la ley y a una más fácil detección de los criminales, pero también ha sido atribuido a la llegada de la Prohibición, también llamada ley seca, que fue establecida en la constitución de los Estados Unidos prohibiendo a sus ciudadanos la venta y consumo de bebidas alcohólicas.
Habitantes de Little Italy, una pequeña comunidad de inmigrantes italianos en Manhattan. |
Información extraída del libro: La Biblia de las sociedades secretas (Joel Levy)