Durante la segunda Guerra Mundial, el
espionaje estadounidense se manejó por medio de un organismo militar
denominado Office of Strategic Services (OSS) comandado por el general
Donovan, cuyo desempeño fue descalificado,
pues no fueron capaces de conocer con tiempo los planes japoneses de
bombardear Pearl Harbor. Se llegó a la conclusión de que la OSS había
sido infiltrada por agentes nazis y soviéticos, lo que dio paso a crear
un organismo mas eficaz que la OSS.
La CIA fue fundada en
1847, durante el gobierno de Harry S. Truman, con el objetivo de espiar
al extranjero principalmente. El espionaje interno sobre los ciudadanos
estadounidenses, queda en manos del FBI. Para llevar a cabo sus
actividades, la CIA cuenta con un presupuesto de más de 5,000 millones
de dólares y con más de 20,000 empleados distribuidos por todo el mundo.
Se dice que en el mismo vaticano actúan varios agentes de la CIA, y que
donde no han tenido éxito es en China. También tiene a su servicio
6,000 empleados administrativos y una escuela en Camp Peary, Virginia,
donde se imparten clases de terrorismo, sabotaje, espionaje y
contraespionaje, fabricación de explosivos, propaganda, lenguas
extranjeras, psicología, artes marciales, educación fisica y, aunque
parezca sorprendente, cultura de belleza y peinados.
Es sabido
que a la sombra todo es valido para la CIA: asesinar, torturar, sobornar
autoridades, organizar movilizaciones sociales estratégicas, pagar
informantes, sembrar droga y financiarla, comprar y manipular la prensa
entre otros medios, difusión de información falsa (desinformación),
pagar a militares para que colaboren con ellos, falsificación de
documentos, financiación de sindicatos y grupos paramilitares, trafico
de armas, desestabilización de países y el derrocamiento de presidentes
que resulten un estorbo para los intereses norteamericanos. Ellos se
toman muy enserio eso de que el fin justifica los medios.
La
CIA tiene poder propio, incluso más que el mismo gobierno estadounidense
y el Ministerio de Defensa, al grado de no someterse al control de
estos. La CIA ha llegado a actuar contra sus mismos gobernantes, como lo
demuestran los asesinatos de John F. Kennedy y su hermano Robert
Kennedy, procurador de los Estados Unidos.
La CIA puede
desplazarse y actuar impunemente en todo rincón, pues sus agentes
cuentan con la protección de las embajadas estadounidenses, a excepción
de Cuba, un país donde no hay embajadas. El gobierno norteamericano ha
hecho correr el rumor de que la CIA actúa a espaldas de la Casa Blanca,
siendo que en realidad es el brazo derecho del gobierno, enfocada en
realizar los trabajos sucios.
Se podría decir que la mayoría,
si no es que todos, los atentados "terroristas" llevados a cabo en
territorio estadounidense tienen la firma de la CIA, como movimientos
estratégicos con fines políticos o militares.
Información extraída del libro: Osama Tiosam (Rius)