Publicado por
Anonimo
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06 octubre 2013
En agosto de 2013 la CIA desclasificó
documentos relacionados con el Área 51, algo que llegó a inquietar a
instancias tan prestigiadas como la National Geographic Society. Las
cuatrocientas páginas publicadas, aunque
aún quedan archivos reservados, ofrecen información sobre la etapa
abarcada entre su establecimiento y el año 1974. El conjunto fue,
simplemente, un laboratorio de pruebas para vuelos espías con el fin de
detectar movimientos de tropas, silos nucleares y bases militares de la
hoy extinta URSS. Sus desarrollos más importantes fueron los aviones
espía U-2 y su sucesor A-12, conocido como Oxcart. El expediente incluye
mapas de las instalaciones que, durante cincuenta años, muchos trataron
de adivinar.
Esos expedientes abiertos bastarían para disipar
la idea del contacto y los experimentos relacionados con
extraterrestres. Sin embargo, el hecho de que aún se mantengan cerrados
los expedientes de los últimos 35 años resta contundencia al hallazgo y
garantiza que el mito se perpetúe. Incluso si se hubieran abierto todos
los reportes clasificados, es probable que los defensores del fenómeno
OVNI siguieran manteniendo su postura con los mecanismos culturales y
psicológicos observados en algunas teorías de conspiración que han sido
desmentidas, algo normal cuando la realidad nos confronta con verdades
objetivas que derriban creencias erróneas.
