En Argentina, tras la caída del gobierno del
general Juan Domingo Perón en 1955, el cadáver embalsamado de su esposa
Evita Duarte (también conocida como Eva Perón), quien había fallecido en
1952, fue secuestrado por el nuevo
grupo en el poder. Estuvo oculto dos décadas, durante las cuales se
generó una gran confusión puesto que Perón había mandado hacer varias
réplicas perfectas con tal de salvaguardar el auténtico. Los verdaderos
restos fueron llevados en 1957 a Milán, en cuyo cementerio se sepultó
con el nombre falso de María de Magistris. En 1971, cuando se hallaba
exiliado en Madrid, el general Perón lo recuperó, y cuando regresó al
poder, en 1973, logró que el cuerpo volviera de su exilio. En 1976 fue
depositado en la cripta de la familia Duarte en el cementerio de la
Recoleta, en Buenos Aires.
Fuente: revista - Muy Interesante