Lo que ocurrió el 14 de septiembre de
1930 fue un terremoto político inesperado. Casi seis millones y medio de
alemanes votaron por el partido nacionalsocialista encabezado por
Hitler. los grandes empresarios, la
nobleza y muchos profesionales pensaron que el ascenso de los
nacionalsocialistas podría ser frenado más adelante, pero se
equivocaron.
En contra de la opinión de los analistas políticos, el 14
de septiembre de 1930 el tren nazi se puso en marcha y ya no paró hasta
la devastación de Berlín en 1945. Cuando Hitler convoco nuevas
elecciones en 1933, utilizó todos los recursos a su alcance para
organizar una magna obra de propaganda que caló en el electorado alemán.
A partir de entonces, ya nada sería igual. La victoria nazi fue un
avance de tintes siniestros que traería grandes beneficios para
Alemania, pero que también conduciría a la Segunda Guerra Mundial, al
Holocausto y a la muerte de aproximadamente 60 millones de personas.