En un almanaque astrológico publicado a
principios de 1923, Elizabeth Ebertin incluyó sus predicciones para el
futuro en las que indicaba sus pronósticos políticos para varios países
europeos. En el caso de Alemania, la
astróloga vaticinaba que «un hombre de acción nacido el 20 de abril de
1889, con el Sol en el grado 29 de Aries en el momento de su nacimiento
puede exponerse a un peligro personal por una acción demasiado
apresurada y podría muy probablemente desencadenar una crisis
incontrolable. Sus constelaciones muestran que hay que tomar muy enserio
a este hombre. Está destinado a desempeñar el papel de caudillo en
futuras batallas. [...] El hombre en el que pienso está destinado a
sacrificarse por la nación alemana».
Ese mismo año de 1923, un
joven Adolf Hitler, nacido el 20 de abril de 1889, encabezaba el llamado
Putsch de Múnich, un golpe de Estado que fue organizado en una de las
populares tabernas muniquesas. El asalto violento al poder fracasó y lo
llevó a la cárcel, donde escribió su famoso Mein Kampf (Mi Lucha), que
lo hizo famoso y que sobre todo representó el primer paso de una carrera
irresistible que le inmortalizaría como uno de los hombres más
poderosos, y también más odiados del convulso siglo XX.
Información extraída del libro: Illuminato (Paul H. Koch)