En
el 'Nican Mopohua' (documento náhuatl que narra las apariciones de la
Virgen de Guadalupe en el Tepeyac) se afirma que en diciembre de 1531 la
virgen se le reveló a Juan Diego, y que le pidió encomendarse con Fray
Juan de Zumárraga para que el entonces obispo ordenara la construcción
de "su casita sagrada". La crónica también narra que Zumárraga no le
creyó a Juan Diego y le pidió pruebas,
unos días después el indígena volvió y ante Zumárraga desplegó su ayate,
de donde cayeron cientos de rosas, dejando ver la imagen que la
divinidad plasmo en la burda tela. El relato se convirtió en
una verdad a toda prueba y, hasta aquí, pareciera que no hay falsedad,
pero un análisis histórico revela que Zumárraga, uno de los clérigos que
estuvo a punto de perder su cargo por asesinar indígenas, no escribió
nada referente a la aparición en su 'Regla Cristiana', libro que publicó
dieciséis años después de los hechos narrados en el 'Nican Mopohua',
pero sí escribió: "¿Por qué ya no ocurren milagros? [...] por que piensa
el Redentor del mundo que ya no son menester". Si esto de verdad
hubiera ocurrido, por lo
menos, Zumárraga lo habría mencionado en su libro.
¿Quién era
Juan Diego? En realidad no existen datos sobre el indígena, no se sabe
donde nació, se dice que en Cuautitlán, San Juanico, Tulpetlac y
Tlatelolco. Los historiadores no han logrado ponerse de acuerdo. Tampoco
se sabe cuando nació, pues nunca se ha encontrado su fe de bautizo o
algún otro documento contemporáneo que dé cuenta de él. En 1982
Sandro Corradinni, el relator de la Congregación para la Causa de los
Santos, sostuvo que "de Juan Diego no hay nada, la virgen de Guadalupe
es un mito con el que los franciscanos evangelizaron a México. Juan
Diego no existió" (publicado en la revista Proceso No. 699).
El ayate que
supuestamente perteneció a Juan Diego alimenta aún más la duda: en la
época en que ocurrió la supuesta aparición los indígenas más pobres
solían utilizar tilmas o ayates para vestirse, esta prenda se anudaba en
uno de los hombros y les llegaba abajo de las rodillas, generalmente se
fabricaba con fibras de maguey. Si la tilma que muestra la imagen de la
guadalupana de verdad fue utilizada por Juan Diego, el indígena debió
medir casi 2.5 metros de estatura para no arrastrarlo, pues el ayate
mostrado en la basílica mide casi 1.80 metros de alto.
En 1982
el director del Centro Nacional de Registro y Conservación para Obra
Mueble del INBA examinó la tela y descubrió que sus fibras son de lino y
cáñamo, lo cual demuestra que no se trata de un burdo ayate, sino de un
lienzo de gran calidad y de altísimo valor. Así mismo las
investigaciones demostraron que la supuesta tilma de Juan Diego no fue
una prenda de vestir, sino un lienzo preparado para ser pintado, pues
tiene una base de sulfato de calcio sobre la cual se aplicaron pinturas
al temple.
En 1556 se declaró que la supuesta tilma fue pintada
por un indígena llamado Marcos Cipac de Aquino, quien aprendió su
oficio de Fray Pedro de Gante y cuyas obras aun se conservan en los
conventos de San Francisco y Huejotzingo. En 1934 el pintor Jorge
Gonzales Camarena comparó la obra de Cipac llamada 'La Virgen de la
Letanía' (pintada en 1531) con el ayate y llegó a la conclusión de que
la técnica utilizada era la misma, por lo tanto "las dos pinturas son
del mismo autor".
Por ultimo queda decir que la Virgen de
Guadalupe no es de origen mexicano como se dice, es española, pues fue
traída por Hernán Cortes, portaba la imagen en un estandarte debido a
que se adoraba en su tierra, un lugar llamado Extremadura. El estandarte
fue colocado en un pequeño templo que Cortés mandó construir en el
cerro del Tepeyac, por lo tanto, lo contado en el 'Nican Mopohua' es una
mentira descarada. El origen de la imagen se remonta a comienzos del
siglo XII, cuando fue encontrada una imagen de la virgen María en la
ribera del río Guadalupe. A la figura, pequeña y morena, se le construyo
un templo en 1338 por ordenes de Alfonso XI y más de cien años después
los Reyes Católicos la declararon "protectora de los indígenas".
Información extraída del libro:
100 mitos de la Historia de México (Francisco Martín Moreno)
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La Virgen de Guadalupe es una farsa
La Virgen de Guadalupe es una farsa
Publicado por
Anonimo
★
23 agosto 2013