Varias son las personas que han declarado públicamente que el atentado contra el semanario satírico Charlie Hebdo apunta a ser una operación de bandera falsa (operación encubierta llevada a cabo por gobiernos, corporaciones u otras organizaciones haciéndose pasar por otras entidades para señalarles como culpables buscando conseguir algún fin en especifico). Uno de ellos es el politólogo estadounidense Paul Craig Roberts, quien afirmó que las agencias de inteligencia estadounidenses ya han planeado con anterioridad operaciones de bandera falsa en Europa con el fin de sembrar odio a los musulmanes y reforzar la influencia de Washington en países europeos, de esta manera se ha buscado que la opinión pública se manifieste a favor de las intervenciones militares en ciertos territorios de Medio Oriente.
Lo acontecido y el seguimiento judicial que se le dio al caso resultó sumamente misterioso y sin duda muestra las características de una operación de bandera falsa. Primeramente, el vídeo que se difundió donde un supuesto policía recibe un disparo en la cabeza parece una clara actuación, donde las cámaras siguen la acción detalladamente y al momento del disparo no se derrama ni una gota de sangre, muy extraño en alguien que recibe un disparo de una AK-47 justo en la cabeza; además, resulta increíble el hecho de que en el automóvil utilizado para el atentado se haya encontrado la identificación de Said Kouachi, uno de los presuntos protagonistas del tiroteo. Recordemos que de igual manera sucedió después del atentado contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001, cuando entre los escombros del World Trade Center se encontró intacto el pasaporte de uno de los supuestos secuestradores.
Cabe mencionar que el ataque contra la sede de Charlie Hebdo, el 7 de enero del 2015, fue llevado a cabo poco después de que el parlamento francés aprobara una petición al gobierno para reconocer el Estado Palestino y así acabar con el conflicto que ha cobrado la vida de un gran número de inocentes. Esta decisión se tomó en diciembre del año 2014, pasando a ser uno de los elementos que alimenta la sospecha de que el Mossad pueda estar involucrado en el ataque, que aparte de alentar brotes de islamofobia, dejó 12 muertos, entre ellos el editor Stéphane Charbonnier, conocido como Charb.
Fuentes consultadas: voltairenet.org | elpais.com
