La gran mayoría de fieles a la Santa Muerte son Católicos y sostienen que antes de todo primero está Dios, incluso reconocen la superioridad de este ante la Santa Muerte. Se podría decir que al igual que algunas personas tienen su santo preferido, hay quienes prefieren recurrir a "la Niña Blanca" para pedir favores y dar muestras de fidelidad. De acuerdo con su capellana, Enriqueta Romero Romero, su culto nada tiene que ver con la hechicería o el satanismo, pero es sabido que gran cantidad de personajes ligados al narcotrafico o al crimen organizado en sus diferentes facetas, recurren a esta entidad solicitando favores para venganzas, para no ser detenidos por la autoridades o para que les proteja de sus enemigos.
La Santa Muerte es considerada la más justa entre las justas, pues ella no discrimina, a la hora de morir viene por todos: ricos, pobres, negros, blancos, niños, adultos, bondadosos o malvados. Ella le da a cada uno lo que se merece. Se dice que cuando alguien le pide un favor debe cumplir con lo prometido: hacerle oración cada determinado tiempo, mantenerle veladoras encendidas, construirle una pequeña capilla, hacerle ofrendas de oro o plata que se le incrustan a la imagen, según lo que se le haya prometido, pues en su caso, el no cumplir puede traer consecuencias negativas.
Fuente consultada:
Libro - Sectas Destructivas y Falsos Profetas (Ernesto Garibay Mora)