En el apogeo de la Guerra Fría, la CIA llevó a
cabo una investigación encubierta y clandestina, en donde se
experimentaba con seres humanos. El proyecto fue conocido como MK-ULTRA,
era un programa en el que los seres
humanos eran sometidos a experimentos con drogas como el LSD, la
hipnosis, radiológicos y biológicos. El fin consistía en el control
mental para manipular a las personas a su antojo.
En 1973, el
director de la CIA Richard Helms, ordenó destruir todos los documentos
del proyecto MK-ULTRA. Dos años después, una comisión encabezada por el
vicepresidente Nelson Rockefeller investigó el proyecto y descubrió que,
en más de dos décadas, la CIA gastó casi 20 millones de dolares,
contrató los servicios de investigadores en más de 30 universidades y
llevó a cabo experimentos en seres humanos sin su conocimiento.
Se cree que estos experimentos dieron fruto, que los tiroteos en
escuelas norteamericanas son producto de las practicas MK-ULTRA,
generando este tipo de masacres y utilizándolas como cortinas de humo,
manteniendo a los medios "informativos" ocupados y desviando la atención
de ciertos movimientos del gobierno estadounidense.