La versión oficial sostiene que el sistema fue desarrollado por Mark Zuckerberg y sus compañeros en la Universidad de Harvard para facilitar la comunicación entre los alumnos de esta casa de estudios. La red se extendió a otras universidades y pronto salió del ámbito académico. A la fecha, con oficinas en casi todos los continentes, casi dos mil empleados y una enorme penetración social, sus ingresos anuales rondan los mil millones de dólares.
Se ha dicho que los datos de todos los miembros (tanto los activos como los que ya dieron de baja su cuenta) van directamente a los discos duros de la CIA, y que en el esfuerzo participan más de dieciséis servicios de inteligencia estadounidenses, incluyendo al pentágono y el Departamento de Defensa. La información no sólo se almacena, también se analiza para crear perfiles sociopolíticos y cuadros de contacto de cada usuario.
La investigación sostiene que la CIA utiliza la red para reclutar nuevos agentes y además llevar a cabo proselitismo político. Un ejemplo podría ser la creación de grupos de odio contra organizaciones insurgentes de América Latina, o la campaña de desprestigio contra el candidato de izquierdas a la presidencia de México Andrés Manuel López Obrador, acompañada de la difusión de una imagen favorable para su opuesto y actual presidente, Enrique Peña Nieto. Una prueba más a favor de la teoría es la participación como inversionista del Dreylock Venture Capital, compañía privada que guarda estrechos vínculos con la CIA.
