En 1911 promulgó el Plan de Ayala: la tierra es de quien la trabaja. Continuó luchando y ganando batallas. En 1914 su influencia se extendió por todo México y hasta cruzo las fronteras. Multitud de mujeres, hombres, niños y ancianos querían unirse a su ejército. Tuvo mayor apoyo cuando se alió con Francisco Villa. Uno luchando en el norte y otro en el sur, fueron derrotando a los militares que eran enviados para detener la lucha. El 26 de noviembre, ocuparon la capital de la República, entraron triunfalmente por el Zócalo de la ciudad de México y ocuparon el Palacio Nacional. Pero eran soldados y no burócratas, ni economistas, ni estadistas, ni ingenieros, ni tenían conocimiento alguno para poder establecer un sistema de gobierno. Los poderosos lo sabían, así que en 1916 enviaron a Venustiano Carranza, quien desplegó una ofensiva contra los zapatistas.
El general Emiliano Zapata, de cuarenta y dos años, por fin le concede a Carranza, que ya llevaba más de un año y medio como presidente de México, un acuerdo para poner fin a los enfrentamientos. El coronel Jesús M. Guajardo se entrevista con Zapata en una hacienda y terminan estrechando sus manos. Ambos comienzan la negociación y llegan a un acuerdo justo para los campesinos. Cuando Emiliano Zapata se dispone a retirarse del lugar, se dirige a su caballo con una gran sonrisa, momento en el que una lluvia de balas cae sobre él. Todo fue una trampa, los pistoleros sólo estaban esperando el momento adecuado para asesinarlo y dar por terminada la lucha campesina.
Datos curiosos sobre zapata:
- Gustaba de fumar puros
- Su comida favorita era la francesa
- Su bebida favorita era el coñac
- Le encantaba la música de Mozart
- Su traje de charro traía botones de plata
- Admiraba el movimiento bolchevique
Información extraída del libro: En Manos de Asesinos (Norberto García)
