¿Quién era Juan Diego? En realidad no existen datos sobre el indígena, no se sabe donde nació, se dice que en Cuautitlán, San Juanico, Tulpetlac y Tlatelolco. Los historiadores no han logrado ponerse de acuerdo. Tampoco se sabe cuando nació, pues nunca se ha encontrado su fe de bautizo o algún otro documento contemporáneo que dé cuenta de él. En 1982 Sandro Corradinni, el relator de la Congregación para la Causa de los Santos, sostuvo que "de Juan Diego no hay nada, la virgen de Guadalupe es un mito con el que los franciscanos evangelizaron a México. Juan Diego no existió" (publicado en la revista Proceso No. 699).

En 1982 el director del Centro Nacional de Registro y Conservación para Obra Mueble del INBA examinó la tela y descubrió que sus fibras son de lino y cáñamo, lo cual demuestra que no se trata de un burdo ayate, sino de un lienzo de gran calidad y de altísimo valor. Así mismo las investigaciones demostraron que la supuesta tilma de Juan Diego no fue una prenda de vestir, sino un lienzo preparado para ser pintado, pues tiene una base de sulfato de calcio sobre la cual se aplicaron pinturas al temple.
En 1556 se declaró que la supuesta tilma fue pintada por un indígena llamado Marcos Cipac de Aquino, quien aprendió su oficio de Fray Pedro de Gante y cuyas obras aun se conservan en los conventos de San Francisco y Huejotzingo. En 1934 el pintor Jorge Gonzales Camarena comparó la obra de Cipac llamada 'La Virgen de la Letanía' (pintada en 1531) con el ayate y llegó a la conclusión de que la técnica utilizada era la misma, por lo tanto "las dos pinturas son del mismo autor".
Por ultimo queda decir que la Virgen de Guadalupe no es de origen mexicano como se dice, es española, pues fue traída por Hernán Cortes, portaba la imagen en un estandarte debido a que se adoraba en su tierra, un lugar llamado Extremadura. El estandarte fue colocado en un pequeño templo que Cortés mandó construir en el cerro del Tepeyac, por lo tanto, lo contado en el 'Nican Mopohua' es una mentira descarada. El origen de la imagen se remonta a comienzos del siglo XII, cuando fue encontrada una imagen de la virgen María en la ribera del río Guadalupe. A la figura, pequeña y morena, se le construyo un templo en 1338 por ordenes de Alfonso XI y más de cien años después los Reyes Católicos la declararon "protectora de los indígenas".
Información extraída del libro:
100 mitos de la Historia de México (Francisco Martín Moreno)